Riesgo de obesidad
Las personas que tienen dificultades para dormir o duermen menos 6 de horas tienden a tener mayor apetito y antojos de comidas altas en calorías. Esto se debe a que al no conciliar el sueño correctamente sufrimos algunos cambios hormonales que nos llevan a esta situación.
Además de lo anterior, a largo plazo el no dormir bien nos puede conducir a sufrir de obesidad. Según los estudios, el no dormir bien cambia considerablemente los niveles de la grelina y la leptina, que son las hormonas que regulan el apetito.
Incrementa el riesgo de diabetes
Una investigación del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades encontró que la baja calidad de sueño está relacionada con el incremento del riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo II y que hay una menor sensibilidad a la insulina.