7- El bebé no la produce en exceso porque vayan a salirle los dientes.
Es falso que el bebé babee porque vayan a salirle los dientes de leche, son hechos independientes. Al cuarto mes de vida comienza a funcionar la glándula parótida, que produce mucha cantidad de saliva, y el niño no será capaz de tragarla correctamente hasta casi los cuatro años.
8- Se ve afectada por los enjuagues bucales con alto contenido de alcohol.
Estos colutorios al ser astringentes, pueden producir sequedad de los tejidos orales al modificar la cantidad y calidad de la saliva.