La función principal de los riñones es eliminar los residuos metabólicos del cuerpo y regular la producción de eritrocitos. Cuando el cuerpo carece del agua suficiente, hay un menor flujo de sangre a los riñones porque esta se concentra, lo que dificulta su capacidad para eliminar la toxinas del cuerpo, pudiendo tener peores problemas de salud. Un adulto sano debe beber por lo menos de 10 a 12 vasos de agua diariamente para mantener los riñones y el cuerpo bien hidratado. Sin embargo, excederse demasiado también puede ser perjudicial, por lo que no hay que exagerar en este hábito.
Los riñones metabolizan el 95% del sodio consumido a través de los alimentos, pero si la ingesta es muy alta, necesitarán trabajar mucho más para excretarla. Esto a su vez, puede conducir a la disminución de la función renal, causando retención de líquidos en el cuerpo. Ello puede aumentar la presión arterial y el riesgo de desarrollar alguna enfermedad. Los estudios demostraron que la sal aumenta las proteínas urinarias, uno de los principales factores de riesgo en dichas dolencias. La cantidad recomendada no sobrepasa los 5 gramos al día; Ten en cuenta que una cucharadita de sal ya equivale a 6 gramos.
