6. Comer demasiado
Esta es posible que no te guste mucho, pero recuerda, ser estricto con respecto a cómo comer sano es realmente valioso para la salud de tu organismo, al igual que para tu cerebro. Un estudio publicado en la revista Neurology en 2012 examinó a 6.000 personas, las cuales tenían un promedio de 50 años de edad. 10 años más tarde, los mismos participantes fueron examinados una vez más y los resultados mostraron que los que tenían sobrepeso, tenía un 22% más de deterioro en sus funciones cognitivas que sus contrapartes más delgados. Si ingieres calorías extras que tu cuerpo no necesita y no puede procesar, las acumulará innecesariamente, endureciendo las arterias cerebrales y dificultando su funcionamiento regular.
7. Consejos a tener en cuenta
Come bien: Disfruta de las verduras frescas y frutas, las cuales pueden alimentar a tu cerebro de la mejor manera; Añade linaza a tu dieta, así como ácidos grasos Omega 3, pues facilitan la comunicación neurológica; Beber unas 3 o 4 tazas de té negro al día tampoco estaría mal, ya que mejora la memoria a corto y largo plazo, además de reducir el riesgo de padecer Alzheimer y Parkinson; Prueba a realizar una rutina de ejercicios con diferentes actividades; Evita las drogas, el tabaco y el alcohol. Si tienes que beber, hazlo con moderación; Descansa lo suficiente, al menos 8 horas cada noche; Por último, ¡piensa de manera positiva! ¡Notarás los resultados!
