Toallas de papel y claras de huevo para quitar puntos negros:
En esta ocasión necesitarás toallas de papel o kleenex y un huevo, aunque solo utilizaremos la clara. En primer lugar, lava tu rostro con agua tibia: El agua tibia ayuda a que los poros se abran, mejorando así la extracción de los puntos negros. Es importante que el rostro esté limpio de grasa para que la clara de huevo se pueda fijar bien a los puntos negros.
Aplica la clara de huevo por todo el rostro mediante masajes circulares, o bien céntrate en las zonas donde deseas extraer los puntos negros. A continuación, pon una toalla de papel sobre tu rostro y vuelve a dar otra capa de clara de huevo sobre de la toalla de papel, así quedará empapada. Espera hasta que seque y, a continuación, retira el kleenex o toalla de papel de tu rostro. Como por arte de magia encontrarás muchos puntos negros pegados en la mascarilla seca.