8. Usar productos de limpieza químicos
Los productos que compramos en los mercados, en general contienen sustancias químicas que, al mezclarse con el agua, terminan en nuestros ríos, y luego mares. Para evitar esta contaminación, hay opciones naturales que no contaminan ni irritan la piel, y que además son económicas: como el limón, el vinagre o el bicarbonato.