3. Cenar tarde y mal
Ya lo dice el refrán: desayuna como un rey, come como un burgués y cena como un mendigo. Cenar tarde hace que tengas más problemas para un descanso adecuado porque tu organismo tendrá que hacer la digestión en las horas en que estás durmiendo.
Por otro lado, acumularás más “hambre” y acabar ingiriendo muchas más calorías de las recomendadas, que ya no quemarás pues te retirarás a dormir. Recuerda que la cena no debería suponer más del 20% de la energía total de tu dieta.